De otra galaxia

A los extraterrestres se les ocurrió visitar el planeta Tierra para estrechar lazos de amistad con otras civilizaciones, que como la suya, fuesen inteligentes. El lugar escogido para el encuentro fue la ciudad de Barcelona, en Catalunya. El día, un siete de marzo. La hora aproximada del descenso de la nave interplanetaria la situaron entre las 20’30 y las 22’30 horas de la medición terrestre.
Llegado el día, sobre las 21 horas terrestres, la nave espacial se posó sobre la Plaza Catalunya, el corazón de la ciudad, decían los informes de aquellos seres venidos de otro mundo. Les extrañó que ningún habitante del planeta les fuese a recibir. Su sorpresa fue en aumento cuando, al salir de la nave, encontraron la plaza vacía, solo el viento circulaba por ella.
Los alienígenas decidieron subir a la nave y recorrerse la ciudad para ver si encontraban algún rastro de sus habitantes. Así que, a escasos cien metros del suelo, enfilaron el Paseo de Gracia hasta llegar al cruce con la Diagonal. En su recorrido, los tripulantes oteaban las calles a través de las ventanillas del vehículo espacial. Nada. Ni atisbo de vida.

“Pí, pí”, sonó tenuemente el radar, en el puente de mando. “¡¡xry999!!”, se dirigió a quién parecía su superior el humanoide de ojos vivarachos sin apartar la vista de la pantalla del radar, “se detecta una fuente de calor a una milla terrestre de donde nos encontramos”. “¡Vamos hacia allá, deprisa”, ordenó xry999 con excitación evidente. Así que el platillo volante enfiló la Diagonal cuando esta se orienta hacia la montaña.
“Pí, pí, piiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii”, el sonido de radar era ahora claramente audible en todo el puente de mando. Las cabezas de aquellos seres se agolparon en las ventanillas de la nave, atraídos por un fuerte haz de luz que provenía justo debajo de dónde se encontraba la nave. Un griterío ensordecedor e ininteligible para aquellos seres atronaba en todos los rincones de la nave... "¡¡Oooooeeeeeeoooooeeeeeeeeooooooeeeeeeoooooeeee!!" “¡Ahí están! ¡Ahí están!” chillaban alborozados los hombrecillos de más allá de las estrellas “¡¡Por fin los hemos encontrado!!”.

Bajo la nave espacial, nadie de los más de ciento ocho mil humanos que rodeaban el césped del “Nou Camp”, se percató de la presencia del enorme vehículo interestelar. Y si alguien reparó en ella no le hizo caso. Sus héroes de otro mundo estaban ya allí, vestidos de azul y grana.
12 comentarios
Para Kaleidoscopio, dudando de mis colores -
A Eliza queriendo que vayan a "su casaaaaaaaaaaaa" -
Kaleidoscopio -
(Joaquín Sabina)
Es tu equipo? Besos desde este planeta
Eliza -
Para monocamy confidencias en Londres -
Para Alma, sonora carcajada -
Para Serena, "culé" -
Para Cielodescubierto, 'merengona' -
¡¡¿De veras qué me he equivocado?!! :-OOO Seguro que has sido tú, que aprovechaste mi euforia para confundirme... en la noche :-PP Besos azulesygranas (para molestar)
monocamy -
Pues menos mal que no bajaron en el Bernabéu. Si llegan a ir a Madrid y descubren que allí hay más seres "galácticos" nos los abducen, caguntó.
Y, entonces, ni Champions (que de todos modos, está jodido, ya te contaré esta noche) ni liga.
:PPP
Alma -
Cuídate, besos y un big abra:
Alma;) (f)
Serena -
Cielodescubierto -
Besos de otro mundo. ;)